Michael Cohen dice que Trump le indicó enterrar la historia de Stormy Daniels: ‘ocúpate de ello’
Michael Cohen sale de su casa de Manhattan para testificar en el juicio penal a Donald Trump en Nueva York. Foto: Mike Segar/Reuters

El exencubridor, Cohen, explica en el juicio por soborno que Trump estaba “realmente enojado” después de que surgiera la historia de una supuesta relación sexual con una estrella de cine para adultos.

Donald Trump le dijo a su otrora encubridor Michael Cohen que enterrara el relato de Stormy Daniels sobre una supuesta relación sexual semanas antes de las elecciones, exigiéndole que “simplemente se encargara de ello”, según el testimonio del juicio celebrado este lunes en un tribunal de Manhattan.

“Esto fue un desastre, un maldito desastre”, recordó Cohen, tras subir al estrado, que le dijo Trump. “Las mujeres me odiarán”.

Cohen describió a Trump como enfadado ante la posibilidad de que Daniels, una estrella del cine para adultos, saliera a la luz poco después de que el Washington Post publicara una grabación con un micrófono escondido de una cinta de Access Hollywood en la que Trump se jactaba de manosear a mujeres “en la vagina” sin su consentimiento.

Cohen es fundamental en el caso contra Trump, porque se le acusa de entregar 130 mil dólares (2 millones 186 mil pesos) a Daniels días antes de las elecciones de 2016, a cambio de su silencio sobre un supuesto encuentro sexual con Trump 10 años antes. Cohen dijo a los jurados que había mantenido la cuenta de Daniels en secreto en 2011, trabajando con su entonces abogado para eliminar la historia que había estado en un sitio de chismes.

“Se enfadó mucho conmigo”, recordó Cohen sobre la reacción de Trump después de que le informara sobre Daniels. Dijo que Trump le señaló: “Creía que tenías esto bajo control. Creía que te habías encargado de eso”.

Los fiscales sostienen que el reembolso de Trump a Cohen en 2017 constituye un delito porque enumeró los reembolsos como gastos legales en documentos financieros. El testimonio de Cohen es crucial para establecer que Trump sabía que el esquema de reembolso se registraría en los libros de la Organización Trump como “gasto legal”, y que las entradas falsas violaban la ley electoral.

Mientras subía al estrado de los testigos con una corbata de color salmón pálido, Cohen dijo que conoció a Trump por primera vez a través del hijo del expresidente, Donald Jr. mientras se mudaba a una de sus propiedades, cuando Trump padre le pidió que arreglara un problema con el consejo de la Trump World Tower.

“Lo que hicimos fue que acabamos tomando el control del consejo y resolviendo el asunto”, dijo Cohen. “Le gustó cómo se resolvió, y luego siguió preguntándome si le ayudaría en otros asuntos, asuntos legales u otros asuntos que tuviera”.

Finalmente, dijo Cohen, Trump le contrató a tiempo completo como vicepresidente ejecutivo y consejero, dándole un despacho a unos 15 metros del suyo. “Me sentí honrado, me sorprendió”, dijo Cohen. Sobre su papel en la Organización Trump, Cohen dijo: “Sólo respondía ante él”, y agregó que trabajó como asesor especial de Trump durante 10 años, hasta enero de 2017, y dijo que ganaba aproximadamente 525 mil dólares (8 millones 826 mil pesos).

A través de su interrogatorio, la fiscal de Manhattan Susan Hoffinger trabajó para establecer que Trump y Cohen tenían una conexión directa y que incluso desde el principio, el desempeño de Cohen en el trabajo legal no era su único deber, que era efectivamente la mano derecha de Trump. “Era lo que le preocupaba, lo que quería”, dijo Cohen.

Explicó cómo sacó a Trump de los polémicos cursos de negocios de la Universidad Trump ofreciendo a “aproximadamente 50 proveedores a los que no había pagado” una cantidad menor, y afirmó que todos menos dos aceptaron.

También describió el arreglo legal de Trump con la prensa: “Si decían algo que le enfadaba, me ponía en contacto con la prensa y les expresaba que tenían que editar o retirar el artículo, o presentaríamos una demanda contra él”.

Cohen confirmó lo que muchos otros han dicho, que Trump no se comunicaba por correo electrónico, y proporcionó una explicación que hace levantar las cejas: que Trump nunca tuvo una dirección de correo electrónico. “Los correos electrónicos son como papeles escritos”, recordó Cohen que dijo Trump. “Hay demasiada gente que ha caído como resultado directo de tener correos electrónicos que los fiscales pueden usar en un caso”.

Hoffinger trató de hacer entender a través del interrogatorio que Trump estaba muy al tanto de los trabajos en la oficina, debilitando un posible argumento de la defensa de que estaba distraído cuando firmó los cheques. “Cuando te preguntaba algo, te decía: Mantenme informado”, dijo Cohen. “Tú (volvías) directamente y se lo decías, sobre todo si era un asunto que le molestaba”. Si Trump se enteraba por otra persona, “eso no salía bien para ti”.

Cohen describió su tiempo en la Organización Trump en un tono melancólico. “Fue fantástico. Trabajar para él (Trump), especialmente durante esos 10 años, fue una experiencia increíble en muchos, muchos sentidos. Hubo momentos geniales, hubo otros no tan geniales, pero en su mayor parte, disfruté de la responsabilidad que se me dio. Disfruté trabajando con mis colegas de la Organización Trump, los hijos de Trump. Era una gran familia”.

Los fiscales preguntaron entonces a Cohen por una reunión con el editor de tabloides David Pecker en el verano de 2015, poco después de que Trump anunciara su candidatura presidencial y en la que, según dicen, Pecker, Cohen y Trump urdieron un plan de captura y asesinato para enterrar la prensa negativa sobre el entonces candidato. Pecker declaró ante el tribunal que se había comprometido a avisarles de cualquier información perjudicial sobre Trump.

Pecker se ofreció a “estar atento a cualquier cosa negativa sobre el señor Trump y que podría ayudarnos a saber de antemano lo que iba a salir e intentar que no saliera”, recordó Cohen.

La entonces empresa de Pecker, AMI, publicaba en el National Enquirer artículos sobre los oponentes de Trump, por ejemplo, mostrando a Hillary Clinton con lentes para dar a entender que tenía una lesión cerebral, o publicando una foto del padre de Ted Cruz con Lee Harvey Oswald para dar a entender que había participado en el asesinato de John F. Kennedy. AMI incluso enviaba a Cohen portadas con estas piezas antes de que se publicaran, dijo Cohen. ¿La reacción de Trump a las portadas de escándalo? “Es fantástico. Es increíble”, recordó Cohen.

Cohen dijo que se enteró que, en el otoño de 2015, había oído que un exportero de la Torre Trump dijo que Trump tenía un “hijo regado” y Cohen quería las instrucciones de Trump sobre lo que quería que se hiciera.

“Me dijo que me asegurara de que la historia no saliera a la luz: encárgate tú”.

Para evitar que se hiciera pública, Cohen dijo que trabajó con Dylan Howard, del National Enquirer, y Pecker, y que Pecker iba a comprar los derechos vitalicios de la historia del portero por 30 mil dólares (504 mil pesos) “para sacarla del mercado”. Cohen dijo que Pecker y Howard le mantendrían informado, y que Cohen pasaría esas actualizaciones “inmediatamente” a Trump.

Preguntado si Trump estaba agradecido, Cohen dijo: “absolutamente”.

Cohen también dijo que estaba presente en 2016 cuando Trump tuvo una conversación con Pecker en el altavoz, durante la cual Pecker dijo: “le va a costar 150 mil dólares (2 millones 522 mil pesos) controlar la historia, a lo que el señor Trump respondió: “No hay problema, yo me encargo”.

Cohen añadió que se enteró en 2016, por Howard y Pecker, de que se había llegado a un acuerdo con Karen McDougal, una exmodelo de Playboy, por 150 mil dólares (2 millones 522 mil pesos), y que “van a proporcionarle 24 artículos escritos que llevarían su nombre” y que ella aparecería “en dos portadas de esas diversas revistas de su propiedad”, matando de hecho la historia. La reacción de Trump al enterarse de que se había llegado a un acuerdo fue de: “¡Fantástico! ¡Gran trabajo!”

Pecker quiso entonces saber “cuándo debía anticipar que recibiría, que se le devolverían los 150 mil dólares (2 millones 522 mil pesos)”, dijo Cohen. “Era demasiado dinero para ocultárselo al director general de la empresa matriz, y además acababa de poner 30 mil dólares antes (504 mil pesos), así que me estaba presionando para que hablara con el señor Trump y recuperara el dinero”.

El tribunal también escuchó una grabación de audio Cohen dijo que hizo en su teléfono de Trump hablando de AMI, donde el presidente dice: “Es tan falso … es una estupidez” … Creo que esto desaparece rápidamente”.

El testimonio de Cohen se produjo en la estela de una semana de juicio particularmente dura para Trump. Daniels testificó durante casi dos días sobre su supuesta relación con Trump tras un torneo de golf de famosos en Lake Tahoe.

Traducción: Ligia M. Oliver

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