Grupo de dinero sucio vinculado a Trump gastó más de mil 495 millones de pesos en anuncios racistas y transfóbicos en 2022, según registros
Citizens for Sanity (Ciudadanos por la Cordura) se aloja en la sede del Conservative Partnership Institute, que es una base política clave de MAGA. Foto: Alex Wroblewski/AFP/Getty Images

Un grupo de dinero sucio vinculado al círculo íntimo de Trump gastó más de 90 millones de dólares (mil 495 millones 9905 mil pesos) en anuncios descritos como viles, racistas y transfóbicos solo en la segunda mitad de 2022, revelan nuevos registros fiscales obtenidos por Documented y The Guardian. La asombrosa suma convierte al recién creado grupo, con sede en el centro neurálgico del movimiento MAGA, en uno de los que más gastaron en política en el último ciclo electoral, ya que ahora parece prepararse para influir en los votantes con mensajes violentos e intolerantes en 2024.

El grupo, llamado Citizens for Sanity (Ciudadanos por la cordura), se formó a mediados de 2022, y rápidamente llamó la atención al inundar las ondas de radio en los estados más disputados y distritos indecisos con anuncios profundamente ofensivos y a menudo engañosos. Algunos anuncios iban dirigidos a los derechos LGBTQ+ y atacaban a “Biden y sus aliados radicales” por apoyar “la guerra de la izquierda woke (alertas contra el racismo y desigualdad social) en los deportes femeninos” y la “guerra woke contra nuestros hijos”. Otros mostraban a inmigrantes latinos y los calificaban de delincuentes que “se quedan con tus cheques, destrozan tus escuelas, arruinan tus hospitales (y) amenazan a tu familia”, declarando que “Joe Biden y los demócratas han borrado nuestra frontera sur”.

Otro anuncio mostraba una escena tras otra de crímenes violentos en los que estaba implicada gente de raza negra, achacando las perturbadoras imágenes a la “historia de amor de la izquierda radical y los criminales”. Los anuncios racistas parecen formar parte de una estrategia más amplia para intentar suprimir el voto entre las comunidades de color.

No hace mucho, este tipo de mensajes extremistas quedaban relegados a los foros de mensajes en internet de extrema derecha como 4Chan. Pero Citizens for Sanity incluso publicó estos anuncios durante las Serie Mundial de béisbol, y los registros fiscales muestran que Citizens for Sanity gastó la impresionante cifra de 93 millones de dólares (mil 545 millones 768 mil pesos) en los últimos meses de 2022, destinando casi todos esos fondos a pagos a empresas de medios de comunicación externas para “publicidad y promoción”.

Estos nuevos registros muestran que ricos y específicos intereses están gastando increíbles cantidades de dinero en campañas de mensajes que difunden el extremismo y promueven la desinformación entre los votantes en estados y distritos indecisos.

Los anuncios de 2022 del grupo atacaban a los demócratas y promovían temas divisivos de la “guerra cultural”, pero estaban cuidadosamente redactados para evitar la obligación de informar sobre la financiación de la campaña ese año. Estos registros fiscales ofrecen la primera visión completa del gasto total del grupo en el último ciclo electoral.

El gasto de Citizens for Sanity ha continuado en este ciclo electoral, con anuncios más recientes centrados intensamente en el racismo “antiblanco”. Un anuncio del año pasado se basa en el temor racista a que los estadounidenses blancos se vean perjudicados por las métricas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), afirmando falsamente que “los políticos de izquierdas piensan que el color de la piel y la identidad de género deben determinar quién consigue trabajo”. Otro anuncio declara que la equidad es “un código de izquierdas para decir que los blancos y los asiáticos no son bienvenidos”. El grupo afirma que “los demócratas solían preocuparse por la clase media, ahora sólo se preocupan por tu raza y tu género”. Otros anuncios se han dirigido a demócratas en contiendas competitivas, como el senador Sherrod Brown en Ohio.

Si el aumento del gasto de Citizens for Sanity en la segunda mitad de 2022 es un indicio, la mayor parte del gasto del grupo en este ciclo aún está por llegar.

Los registros fiscales recién obtenidos también revelan que Citizens for Sanity se aloja en la sede del Conservative Partnership Institute (CPI), un “centro neurálgico de la derecha” y un componente clave de la infraestructura política de MAGA. El CPI cuenta con exfuncionarios de Trump, entre ellos su dos veces acusado jefe de gabinete Mark Meadows y la abogada Cleta Mitchell, y ha puesto en marcha varios otros proyectos, como America First Legal, el grupo legal creado por Meadows y el escritor de discursos antiinmigración de Trump, Stephen Miller.

En 2022, OpenSecrets informó que America First Legal también empleaba a los tres miembros de la junta de Citizens for Sanity, Gene Hamilton, John Zadrozny e Ian Prior, todos ellos exfuncionarios de la administración Trump. Prior dijo a OpenSecrets en ese momento que Citizens for Sanity no tiene “ninguna relación con America First Legal Foundation”, pero las últimas declaraciones de impuestos del grupo describen a los dos como “organizaciones relacionadas”.

El asombroso gasto de 93 millones de dólares (mil 545 millones 768 mil pesos) de Citizens for Sanity eclipsó el de sus grupos matrices, superando incluso el total combinado gastado por CPI, 23 millones, (382 millones 287 mil pesos) y America First Legal, 35 (581 millones 740 mil pesos). Los totales de financiación indican la enorme cantidad de dinero que fluye a través del creciente imperio de CPI en Capitol Hill, mientras CPI y sus aliados trabajan para promover una agenda política extrema y prepararse para un segundo mandato de Trump. También es una prueba más de que los ataques a la igualdad y los ataques a la democracia a menudo provienen del mismo lugar.

America First Legal, por su parte, también invirtió casi 30 millones de dólares (498 mil 635 millones de pesos) en las elecciones de 2022 (lo que significa que solo una fracción del gasto del grupo se destinó a la defensa legal, como informó primero Roger Sollenberger en el Daily Beast). Los dos grupos parecían llevar a cabo campañas publicitarias complementarias en 2022, en las que America First Legal realizaba igualmente anuncios divisivos. El esfuerzo del equipo puede haber reflejado sus diferentes estatus fiscales: America First Legal es una organización benéfica 501(c)(3) que no puede participar en elecciones, pero Citizens for Sanity está organizada como una organización 501(c)(4) de “bienestar social” que tiene más libertad para influir en la política.

Cabe destacar que, incluso cuando estos grupos publicaron anuncios en 2022 promoviendo estereotipos racistas sobre estadounidenses negros y latinos, se dirigían simultáneamente a los votantes negros y latinos con mensajes distintos. Por ejemplo, el ciclo pasado Citizens for Sanity produjo provocadores anuncios en español advirtiendo de la delincuencia urbana y la migración de Pakistán, emitió anuncios antitrans en distritos del Congreso con gran presencia latina y publicó un anuncio en el periódico afroamericano más antiguo de Filadelfia atacando a John Fetterman. Al mismo tiempo, America First Legal promocionó anuncios antitrans en televisión, radio y vallas publicitarias tanto en inglés como en español, y emitió anuncios radiofónicos en estaciones preferidas por gente negra y de habla hispana.

Esta segmentación demográfica y el doble mensaje parecían tener dos objetivos: disuadir a los votantes negros y latinos de acudir a las urnas mediante anuncios provocadores y antitrans y, al mismo tiempo, producir anuncios denunciando el racismo “antiblanco” para motivar a los votantes blancos conservadores a acudir a las urnas.

Justin Unga, de Human Rights Campaign, describió esta campaña selectiva como un esfuerzo por alimentar la frustración entre los votantes tradicionalmente demócratas. “Se trata de una cínica estratagema para disuadir a la gente de participar en nuestra democracia”, afirmó, y “conseguir que estén tan hartos, que se queden en casa y decidan que no hay una buena opción”.

Este artículo se ha elaborado en colaboración con Documented, un proyecto de periodismo de investigación y vigilancia.

Traducción: Ligia M. Oliver

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