¿Narcopresidente? Pero si ¡hola!

Toda la semana, una de esas manos poderosas y ocultas desató un operativo en redes sociales para posicionar los hashtags “Narcopresidente” y “NarcocandidataClaudia“.

Esto, luego del reportaje de Propública que sugería que el narcotráfico inyectó 2 millones de dólares a la campaña de Andrés Manuel López Obrador en el 2006.

El hashtag revivió el jueves, luego de que Latinus divulgara una entrevista con el líder de Los Ardillos, quien soltó que a su paso por Los Zetas se ordenó apoyar económicamente esa misma campaña, a cambio de que cuando llegara al poder, López Obrador les entregara el país.

Más allá de lo absurdo que resulta ponernos a discutir lo que dice, sin pruebas, un líder criminal, lo que se intenta aquí es minar la autoridad moral de López Obrador.

Debo decir, primero, que voté por AMLO en 2018 y su sexenio me resulta profundamente decepcionante. Pero de ahí a querer siquiera sostener la idea de que él llegó a la Presidencia tan sólo gracias al narco, es un insulto a la inteligencia.

AMLO llegó con una legitimidad absoluta, que a la fecha mantiene, si nos atenemos a las encuestas de aprobación, la cual anda entre 55-60%, lo que ni en sueños logró Enrique Peña Nieto o Felipe Calderón al final de su sexenio.

La oposición se ha encargado de orquestar una campaña de mentiras, en la que sí o sí AMLO es un “narcopresidente”, prácticamente olvidando que ganó por más de 30 millones de votos. ¿O acaso somos más de 30 millones de narcos?

Sin darse cuenta, a los que se empeñan en sembrar la idea de un “narcopresidente”, se les regresará un búmeran: en muchas regiones del país, ya se pactó quiénes serán los próximos “narcoalcaldes“. Y el primer caso del que tengo noticia va a ser postulada por… ¡el PRI, PAN, PRD! En este lugar que les digo, Morena quedará relegada, como en 2021, porque así conviene al grupo criminal que domina en la zona.

Así es que vaya panorama: los mismos que inundan la red social con el hashtag “narcopresidente“, hacen como que no saben de sus “narcoalcaldes”, que vamos a tener que aceptar por tres años más. En algunos casos, hasta van a tener el cinismo de reelegirse.

¿Narcopresidente? ¡Pruebas!, ¿narcoalcaldes? Visite su pueblo más cercano y descubra quién manda.

Espejos rotos: Dos fotografías del momento: el Zócalo capitalino este domingo y, el mismo Zócalo, el 1 de marzo.